
El último paso, con todo esto
sobre la mesa, es colocar fechas y tiempos para cada acción, que no se queden en el
aire. Recordemos que es diferente un deseo a un objetivo. Cuándo y de qué
manera lo voy a hacer.
Para darle mayor fuerza a este
proceso, podrías encontrar un mentor, es decir una persona de tu entera
confianza que haga un seguimiento de tus avances, que te recuerde de vez en
cuando lo que te propones, que te pregunte y te acompañe cuando por alguna
razón te estés perdiendo en el camino. Hay personas para quienes esto les resulta
molesto, pero en la práctica es una ayuda poderosa porque se avanza de forma
compartida.
Antes
de llegar al final, no quiero dejar de advertirte de algunos enemigos que
normalmente pueden aparecer cuando te propones algo. Es el universo que pone a
prueba nuestra capacidad de mantenernos firme en nuestros propósitos, o que nos
lleva a revisar nuevos aprendizajes para alcanzar incluso más de lo que nos
hemos propuesto.
Los he llamado los
“Anti-Metas”, aquí te dejo algunos de los más comunes con una sugerencia para
manejarlos. Identifica cuál de ellos podría aparecer o siempre aparece cada vez
que decides emprender algo e incluye en tu lista de acciones, algunas para
contrarrestar sus ataques:
1.- EL OLVIDO
Revisa continuamente tus metas, o mantén contigo en una agenda o cuaderno tus
propósitos de forma que incluso puedas ir escribiendo tus avances. Aquí la
figura del mentor sería muy importante.
2.- LA FALTA DE COMPROMISO
Revisa nuevamente tus metas y pregúntate si realmente eso es lo que quieres.
Cuando hay falta de compromiso puede existir una motivación no adecuada. O
pregúntate también ¿qué estas ganando con el no comprometerte? ¿en qué otras
áreas de tu vida está sucediendo?¿qué puedes estar perdiendo?.
3.- AUTO SABOTAJE
Autosabotaje
es cuando decimos que queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda”. Si
hicieras un análisis detallado y honesto de dichos “fracasos”, probablemente te
darías cuenta de que, muchas veces, no lo lograste por algo que tu mismo
hiciste o dejaste de hacer. Aunque esto es todo un tema, dos caminos para
superarlo son en primer lugar reconocer y explorar nuestros pensamientos,
hábitos, actitudes, emociones y sobre todo nuestros miedos, para entender cómo
pueden estar influyendo en nuestra conducta y en segundo, revisar nuestra
autoestima y ver si ésta puede ser la causa de nuestro comportamiento.
4.- MIEDO AL CAMBIO
Se manifiesta cuando nuestra meta implica un cambio de hábito, pensamiento, o
cambio físico, o pareja. Es fundamental identificar la raíz del miedo para de
esa manera seguir adelante, puedes hacerlo solo o con apoyo de un coach u otro
profesional.
5.- PROCRASTINACIÓN
Tendencia sistemática a aplazar lo que tienes que hacer. Revisa las excusas que
te estás dando para no hacer lo que te has propuesto en el tiempo que te has
propuesto y profundiza más sobre este tema.
Estos
son los más comunes, pero seguramente aparecen más, mantente atento y lo más
importante firme en lo que quieres lograr. Manos a la obra!